Memoria

por Diorella Fortunati

El lote donde se proyecta el local se sitúa en Zona Oeste del Gran Buenos Aires, en el partido de Castelar sobre un entorno céntrico a tres cuadras de la estación.  

Se trata de una restauración de un viejo local comercial con una orientación Este donde el clima es factor determinante en las decisiones tomadas acerca del trabajo, entendiendo la envolvente del edificio como un límite que con su espesor traduce la relación entre clima y arquitectura en la búsqueda de las condiciones óptimas de confort térmico, ofreciendo protección, privacidad y un microclima particular.

Un punto importante fue generar dos espacios funcionales que tuvieran privacidad y conexión con el exterior. Se refleja esta intención mediante el vacío generado por una doble altura en la fachada y el sistema circulatorio que brindan independencia al uso en planta baja y el nuevo entrepiso, con menor probabilidad de transmisión de visuales cruzadas, pero sin perder la conexión visual con el entorno urbano.Esto también facilitó la iluminación y la ventilación natural en ambos sectores donde se destaca el espejo de sombras y el tamiz de luz.