Memoria

por Diorella Fortunati

Casa Liniers fue el proyecto de rehabilitación de una cocina antigua, buscando resguardar los artefactos de carácter industrial que ya no se fabrican. Quisimos mantener esa atmosfera ya que la vivienda primero fue de la madre y luego de la hija de la misma familia, y esos espacios nos permiten sin duda recordar a quienes los habitaron y los momentos que allí vivenciamos.

Los artefactos a mantener por esta razón fueron: La heladera de dos puertas, el portero, el spar, la cocina industrial, y el horno.

Manteniendo estos elementos y sus dimensiones comenzamos a diseñar todo el mobiliario que los admitiría, Reutilizando algunas de las estructuras del mueble preexistente. Elegimos los colores: negro mate y rosa Himalaya para que convivan con la tonalidad del piso de formica en colores grises y el granito negro Brasil de la mesada. La banquina de un revestimiento negro también pudimos mantenerla de esta forma.

Optamos por un mueble bajo mesada a medida, con buñas a 45 grados para evitar incorporar tiradores. El mismo mueble toma la torre del horno y la heladera, ambos extremos de la “L”.

Creamos en el lateral de la heladera lindante a la mesada un especiero vertical para sumar espacio de guardado en una cocina que se vive a diario, y sobre el lateral expuesto una pared revestida en corcho donde poder dejar anotaciones y recordatorios de la vida cotidiana familiar.

Ordenamos los toma corriente y el resto de artefactos como horno eléctrico y microondas para un mejor uso de la mesada.  Unificamos los variados revestimientos preexistentes de las paredes  a través de un cemento alisado gris perla, el mismo también lo utilizamos en el sector del comedor diario, donde restauramos un mueble para la tv, en el mismo color y terminaciones antes mencionadas, de este modo el espacio es todo uno.

Pintamos todas las carpinterías de hierro en color gris humo mate, al igual que los nuevos muebles en hierro, como el macetero vertical que termina por dividir la cocina del comedor utilizando como dato una antigua viga en el cielorraso y la salida al jardín.

Por último, cambiamos una vieja puerta de madera plegadiza, que conecta este espacio diario con el estar de la casa, por una puerta de tres tramos de hierro y vidrio repartido plegable con guía solo superior para así evitar perforar el piso que es continuo de un lado a otro.